El verano es sinónimo de vacaciones y estas van asociadas al descanso, las terracitas, reuniones con amigos, barbacoas, días de playa y montaña. Atrás quedan las jornadas de duro trabajo, las rutinas marcadas por el reloj y las obligaciones impuestas.

Pero ¿te has planteado si esto es así para todos? ¿Crees que un deportista de alta competición disfruta de esas vacaciones?

La respuesta es NO.  Les toca entrenar, o competir o prepararse para una competición inminente. O todo a la vez.

Para un deportista de élite la palabra sacrificio forma parte de tu vida, la pasión que sienten por su deporte hace que estén dispuestos a renunciar a todo con tal de mejorar sus marcas. Pero la autoexigencia a estos niveles debe ir acompañada de un enfoque psicológico para que no se convierta en una máquina peligrosa que domine y controle sus vidas.

La coach de alto rendimiento para deportistas de élite y empresas, Mónica Pascual.

Propone aplicar cinco aspectos fundamentales en las rutinas de entrenamiento estivales para que ese sacrificio sea un estupenda oportunidad de aprendizaje;

1. AUTOVALORACIÓN

El deportista de élite debe ser consciente de su potencial para exprimirlo al máximo y lograr objetivos. No puede olvidarse de valorar que su esfuerzo le llevará a lo más lejos. Cada día de entreno es un pequeño paso para llegar a un enorme logro.

2. MEDITACIÓN APLICADA AL DEPORTE

Gracias a la meditación, un deportista de élite se permite a sí mismo tomar consciencia plena de lo que está realizando en el momento presente.

Se libera de auto juicios o de los pensamientos derrotistas y consigue que no se quede enganchado a los fallos durante la competición y se concentre en el siguiente intento con la máxima entrega.

Pau Gasol y Rafa Nadal consideran la práctica de la meditación como algo fundamental.

3. TRABAJAR EN LOS BLOQUEOS MENTALES

Todos los deportistas tienen bloqueos y sienten la enorme presión que supone estar en la élite deportiva. Dado que en verano hay menos obligaciones y más tiempo libre, es el mejor momento para analizar lo que preocupa o asusta  y trabajar para canalizar esas inseguridades.

4. DORMIR MÁS

Hay quienes piensan que dormir es una pérdida de tiempo y, sin embargo, está más que demostrado que dormir mejor es rendir más. Un deportista de élite que duerme entre 8 y 10 horas conseguirá:

– Reducir riesgo de lesiones porque el descanso aumenta la agilidad y la coordinación en la práctica deportiva.

– Fijar conceptos adquiridos durante el día, sobre todo en la segunda mitad de la noche, donde el sueño es más profundo.

-Fortalecer el sistema inmunitario, aumentando la resistencia a patologías que pueden aparecer como consecuencia del estrés.

– Incrementar el nivel de motivación.

Clubes tan importantes como el Real Madrid o el Manchester United están aplicando la ciencia del sueño a sus métodos de entrenamiento y obligan a sus jugadores a seguir un plan específico de horas de descanso

 

5. TRABAJAR EL CONTROL MENTAL

Tener un buen control mental para enfrentar los objetivos en alta competición es la clave que marca la diferencia

Esta fórmula es representativa

Éxito=Talento + Físico + Mental

El éxito es la suma de talento, entrenamiento físico y entrenamiento mental.

Además de seguir entrenando, cuidando su alimentación y gestionando sus emociones y salud mental, un deportista de élite tiene la obligación de concederse un respiro y disfrutar de su familia y amigos. El nivel de exigencia que impone su día a día no puede sobrellevarse los 365 días del año.

Y tú, como aficionado al deporte que nos estás leyendo, ¿estarías dispuesto a renunciar a la barbacoa de verano o al tardeo de mojitos para ir a unas olimpiadas?